La primera aventura de este trabajo ocurrió gracias a “Llora mi corazón”, canción con un enfoque romántico cargado de tristeza y melancolía en el que las situaciones del amor son añoradas paradójicamente con sabor, como se le debe cantar a la tristeza, con salsa, con ritmo y la voz melodiosa y clara de David Abueta «Kaneo» nos transporta en un viaje de emociones en el que el relato se convierte en una realidad que puede ser la suya o la mía. Este sencillo tuvo una gran receptividad por parte del público de Latinastereo y permaneció durante varias semanas en cartelera dentro del ranking salsero de Salsa Éxitos del Mundo, llegando a ocupar el primer lugar. Además, el video clip correspondiente fue grabado en las instalaciones del Jardín Latino.

El segundo episodio de este álbum parece escrito desde las entrañas del Inframundo en un encuentro franco con el rey de las tinieblas en “Soy El diablo”, personaje que ofrece alternativas que pocos se atreven a elegir y mucho menos a pregonar y el planteamiento de la desventura ante la sordera por sus ruegos lleva a tomar otro tipo de decisiones y es cuando aparece un contrato y la pluma en la mano para cambiar la situación de manera incierta y en primera persona ofrece su oportunidad en este son montuno donde la voz persuasiva de Andrés Ríos «El Mara» brilla al igual que la flauta de Andrés Ortiz «Pipol» y los trombones de Duván Moncada y John Alexander Orrego.

Y sin importar que se trate del inframundo, también se trata de salsa pesada y con efectos nunca antes escuchados por parte de La Pregonera, como las explosiones o los sonidos de guitarra eléctrica, desde el sintetizador que hacen honor al sobrenombre del bongocero Juan Esteban Jurado, conocido como «Vegueta», quien se destaca en su instrumento en “Suena el Bongó (Vegueta)”, mientras la creatividad ilimitada de su creador Camilo Quintero, vincula este alias y toma referencias de su infancia y adolescencia cuando veía la serie Dragon Ball Z y escuchaba al grupo de hard rock AC/DC o de Queen y su glam rock, incluyendo elementos propios de la música de estas bandas, con la efectiva batería de Mateo Franco y el saxo barítono de José Tobon, obteniendo como resultado sonidos que nos llevan a una batalla épica donde todas estas influencias terminan fusionadas y triunfales.

La infaltable referencia al amor haciendo una deliciosa analogía entre el palpitar del corazón y los repiques del timbal, en “Corazón de Salsero” con la voz de «Kaneo» que se torna alegre y danza sobre el ritmo alegre y pachanguero que propone La Prego, describiendo esas sensaciones que electrizan desde el surgimiento de una nueva emoción de enamoramiento con el barítono de Tobón y, por supuesto, no se puede hacer esperar el explosivo solo de timbal de Natalia García a quien imaginamos sería y concentrada al inicio y sonriente y creativa en el desenlace.

Y llega el momento para cantarle al dolor a bordo de un bolero combinado con son montuno que con la voz herida de «El Mara» nos sienta en la mesa, frente a alguna botella, vela encendida y humo de nostalgia, para pensar en aquel ”Injusto Sentimiento”, suerte de leyenda personal con tinte de derrota que se convierte en lamento y nos lleva a percibir ese sabor agridulce con el ácido sonar de los trombones y el coro que resume con dolor toda la novela: llorando la conocí y llorando ella me dejó.

Fuera de Medellín, la primera ciudad de Colombia que le abrió las puertas a La Prego fue Cali. Y de entrada, a los predios del respetado sector de los coleccionistas de discos, en especial “El bloque del Guaguancó” de los hermanos Tafur, que titula este tema tributo a los salseros bravos de la Sultana del Valle, en el que se percibe la presencia de comentarios relacionados con el sabor de la banda para el exigente oído caleño el cual sentía que se estaba perdiendo algo de sabor en algún momento, mientras que, en realidad se estaba cocinando algo más grueso y es ahí donde La Pregonera responde con este tremendo guaguancó para llevar el mensaje de que no solamente está el sabor ahí, sino que viene más Bravo y contundente. Referencias a su primer trabajo Mala Fama y al tema “Un Dos Por Tres”, publicado posteriormente. Número bravo, con el sello de la banda.

Y para finalizar en Las Palmeras, con La Pregonera, pura gozadera… con “Nadie me quita lo bailao'”, un tema relajado lleno de sabor y descarga, con la participación de Alexis Gaviria en la flauta, que resume lo vivido en la superficie y en el Inframundo y donde quiera que se paren estos muchachos con sus instrumentos para poner el sabor. Ya nadie les quita lo bailado y su nombre cada vez suena más fuerte dentro de lo que representa Medellín para la salsa. Otro gran hit que se anota Latina Música al apostar por esta interesante propuesta local que ubica al sello como el impulsor de la Salsa brava en Colombia.

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Felicitaciones a Arbey Valencia, José Tobón, Joaquín Builes Kco y su equipo en la producción, y a ustedes quienes se deleitarán con estos sonidos que se afianzan en el gusto de los salseros que saben.

Y que suene desde el inframundo al infinito: “¡Hablalo Pregonera!”