CELESTE MENDOZA – “LA REINA DEL GUAGUANCÓ”
Por Diego Aranda
La presencia femenina en la música cubana tuvo su génesis con la aparición de dos mujeres negras libertas, Micaela y Teodora Ginés, dominicanas para más señas, quienes tocaban en fiestas y en iglesias. De la segunda, se sabe que surgió el famoso “Son de la Ma’ Teodora” después de radicarse en Santiago de Cuba. Incluso, se cree que esta es la primera composición de la música cubana. Esto sucedía durante las postrimerías del siglo XVI.
Después de esos momentos, el curso de la historia impondría su paso con la extinción de los taínos y su areíto, la independencia de Cuba, el fortalecimiento de la presencia africana en la música, la aparición del complejo de la rumba, a partir del afrocubanismo, con sincretismo a bordo, contexto dentro del cual encajan las variantes de la columbia, el tango congo, el yambú y entre otros, el guaguancó.
Y es precisamente en esta variante musical, donde la presencia femenina escasea, ya que las voces más hermosas de Cuba, en lo concerniente a las mujeres, se fue para el filin, después de los años cuarenta. Pero una voz contundente, ronca y con un gracejo propio del mestizaje entre razas alegres, (pese a los atropellos históricos), sentó un precedente en la interpretación afrocubana.
Su nombre, que podría funcionar como adjetivo, fue reconocido como legendario en medio del gran cancionero hispanoamericano. Con el permiso de Oloddumare y los Orishas del panteón yoruba, Celeste Mendoza, bajó del cielo un 6 de abril de 1930, en el barrio Los Hoyos, en Santiago de Cuba, donde se dan especiales leyendas, como El Son de la Má’ Teodora.
En 1943, a la edad de trece años, se trasladó para La Habana y allá se dio a conocer en un programa radial interpretando El Marañón, una creación de Julio Cuevas. Tuvo en el aprendizaje del baile la instrucción de su primo Jorge Beltrán, con quien posteriormente formó pareja. “Papá Oggún… ¿Qué es esto?”
NACE CELESTE MENDOZA, LA ARTISTA
A los veinte años, en 1950, se presentó en el Teatro Martí como bailarina de la Compañía Batamú, así como en el cabaret Mi Bohío, en Marianao. En 1951, llegó al grupo de bailarines del Cabaret Tropicana, bajo la dirección de Roderico Neyra, el famosísimo “RodNey”. Allí hizo imitaciones de las cantantes Josephine Baker y Carmen Miranda. Ese mismo año, integró un cuarteto vocal con Omara Portuondo, Gladys León y su hermana Isaura Mendoza, bajo la dirección del pianista y compositor Facundo Rivero.
En 1952 comenzó como cantante solista, presentándose en el programa “Alegrías de Hatuey”, de Radio Progreso, con el respaldo de la orquesta del maestro Ernesto Duarte. En 1953, debutó en la televisión, en el programa “Esta Noche” en la CMQ, dirigido por Joaquín M. Condall.
Cantó a dúo con Miguel de Gonzalo. Fue una de las primeras en interpretar el bolero ranchera, sobre todo cuando cantó “Que me castigue Dios”, del mexicano José Alfredo Jiménez, acompañada por la orquesta de Ernesto Duarte y sus interpretaciones, de cualquier género, lo hacía en tiempo de guaguancó. Aquí se perfilaba su destino como la reina de esta variante de la rumba. “Poder Mayor, cobra tu deuda”
A mediados de la década del cincuenta, durante el surgimiento de muchas vedettes que estelarizaban las noches habaneras, Celeste Mendoza brilló con luz propia junto a abundantes nombres de gran factura como Emilita Dago, Xiomara Alfaro, Blanca Rosa Gil, Berha Dupuy, Caridad Cuervo y muchas más. Participó en los festivales de música popular de 1962 y 1963.
En el año 1965, muchas agrupaciones cubanas salieron a realizar grabaciones fuera de la isla.
Las obras de artistas como Los Compadres fueron grabados en Perú, Enrique Jorrín, “Bola de Nieve” y José Antonio Méndez, en México. Aprovechando el auge internacional, salió una gran comitiva denominada “El Gran Music Hall de Cuba” integrada por Celeste Mendoza junto con Elena Burke, Orquesta Aragón, Pello el Afrokán, Los Papines, Los Zafiros y un ballet dirigido por Alberto Alonso, con el fin de realizar presentaciones en París y los países socialistas.
Sobrevinieron presentaciones en el Teatro “Blanquita” y en diversos centros nocturnos de La Habana. Impuso en esos escenarios el tema “Soy tan feliz”. Compartió escenario en el cabaret “Night and Day” con Benny Moré, Fernando Álvarez y Blanca Rosa Gil; también con Los Papines, la orquesta Aragón y el Conjunto Sierra Maestra.
Fueron altamente elogiadas sus interpretaciones “guaguancoseadas” y sus grabaciones. Comparte honores en el santoral afroantillano junto a consagrados grupos afrocubanos como Los Papines, Los Roncos y el Conjunto de Clave y Guaguancó.
“En la Cumbre”.
Celeste Mendoza apareció en el filme cubano del realizador Rogelio París: “Nosotros la música”, junto a otro gran exponente del guaguancó y el son, Carlos Embale.
Fueron muy ovacionadas sus presentaciones en Panamá, Venezuela, Puerto Rico, Estados Unidos, México, Francia y Unión Soviética. En diferentes países tuvo la oportunidad de estar en tarima al lado de Edith Piaff, Ninón Sevilla, Ignacio Villa “Bola de Nieve” y Pedro Infante.
El sobrenombre “La Reina del Guaguancó”, le fue otorgado por Rita Montaner. Al respecto, comentó Celeste en una entrevista: “Rita Montaner me vio actuar y dijo ¡al fin veo una estrella verdadera, es la Reina del Guaguancó! Rita era muy exigente, no acostumbraba a regalar halagos. Quizá le llamó la atención mi amor a esa música, y a la forma de expresarla. Eso, que no te quepa dudas, es como una fuerza superior”.
Dentro de las canciones más recordadas de Celeste mendoza, encontramos En La Cumbre, Sobre Una Tumba Una Rumba, Echale Salsita, Que Me Castigue Dios, Papa Oggun, Estas Acabando. Ansias, Poder Mayor, Ladrón De Gallinas, Mi Rumba Echando Candela, Fiesta Brava, Bemba Colora, Nena, Seguire Sin Sonar. A Ti Na Ma, Te Agradezco el Consejo, Veinte Años, Soy Tan feliz, Besos Brujos y Quien.
Celeste Mendoza llegó al final de su vida en una terrible soledad. El 23 de noviembre de 1998, su cuerpo fue hallado sin vida en su apartamento, varios días después de haber fallecido, tras el olor despedido por su cadáver como consecuencia de la descomposición, pero ya se había realizado su reencuentro con Yemayá, con Oggún y Oloddumare.
Discografá Básica:
- Cuba
- Sabor (Con Miguelito Cuní)
- Guapachosa
- El Reino de la Rumba (Con Los Papines)
- La Reina y el Bárbaro
- Papa Oggun
- La Reina del Guaguancó
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Soberana
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Fuentes:
- EcuRed .com
- CARPENTIER, Alejo. “La Música En Cuba”. –Fondo de la Cultura Económica, México- Colección popular.
- OROVIO, Helio. “Diccionario de la Música Cubana”.-Letras Cubanas.
- DIAZ AYALA, Cristóbal. “Música Cubana”. –Ed. Cubanacán.